La terapia craneosacral se puede utilizar para una variedad de condiciones:
- dolores de cabeza y migrañas
- estrés e insomnio
- dolor de cuello y espalda, inestabilidad pélvica
- disfunciones de la articulación de la mandíbula y dolor facial
- molestias digestivas relacionadas con el estrés y cólicos intestinales
- problemas respiratorios y asma
- bebés que lloran y traumas de nacimiento
- infecciones nasales, sinusales y de oído repetitivas
- niños hiperactivos
- problemas motrices y de coordinación
- dificultades de aprendizaje y comportamiento
- dislexia, discalculia y síndromes autistas
- fatiga crónica, letargo y depresión
- problemas emocionales y postraumáticos
- fibromialgia y espasmofilia
Trauma
Cuando alguien es golpeado por detrás en un coche, el impacto crea alteraciones en el cuerpo que a menudo dan lugar a dolores de espalda y cuello. En muchos de estos casos, la capacidad de autocuración del organismo se encarga de remediar las alteraciones, lo que hará que los síntomas desaparezcan. Pero a veces el cuerpo es incapaz de hacerlo. El dolor, los trastornos del equilibrio y los problemas de concentración se mantienen. La causa puede ser un antiguo traumatismo, ansiedad o adherencias del tejido conectivo. Yo, como terapeuta craneosacral, trabajaré con usted, el paciente, para encontrar la posible causa.
La terapia craneosacral proporciona apoyo a la mente y al cuerpo para liberar la tensión residual causada por el trauma. El cuerpo suele retener una huella de fuerzas físicas causadas por accidentes, lesiones o choques emocionales. Dicha huella suele estar encapsulada y aislada del resto del cuerpo. Esto se llama «quiste energético». Aunque una persona razonablemente sana puede adaptarse a los quistes energéticos, en estos casos el cuerpo sigue utilizando energía extra para seguir funcionando con normalidad. Con el paso del tiempo, estos patrones de adaptación pueden perder su eficacia. Entonces pueden desarrollarse síntomas y disfunciones, que serán cada vez más difíciles de ignorar. Incluso es posible que disminuya la resistencia a otras enfermedades.
La terapia craneosacral ayuda a liberar estos patrones destructivos del cuerpo.
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