La terapia craneo sacral facilita la comunicación entre el cuerpo y psique pues considera al cuerpo como una unidad funcional. Todas las estructuras del cuerpo están conectadas directa o indirectamente por el tejido conjuntivo. Puede pensar en este tejido conjuntivo (fascia) como un tipo de membrana en la que se pliegan el cráneo, la médula espinal, todos los órganos, los huesos, los músculos, las articulaciones, los vasos sanguíneos y los nervios. Por lo tanto, las restricciones en el tejido conjuntivo pueden causar síntomas en muchas partes del cuerpo. Esto significa que en el dolor de cuello, por ejemplo, la causa del problema puede estar en el cuello, pero también con la misma facilidad en otra parte del cuerpo. El tejido conjuntivo proporciona fuerza y protección, pero también agilidad. Para vivir, necesitamos poder movernos libremente.
Todo cuerpo tiene una capacidad de autosanación, que es muy visible en el caso de una herida por ejemplo. Normalmente, el cuerpo se encarga de curarse a sí mismo pero en el caso de un accidente, una enfermedad, una intervención quirúrgica, el estrés o una alimentación incorrecta, por ejemplo, la capacidad de autosanación del cuerpo puede verse debilitada. Por lo que necesita ayuda para deshacerse de sus síntomas. Como terapeuta craneo sacral, ofrezco esta ayuda adicional facilitando la circulación de fluidos y sus intercambios a través de todo el cuerpo. Reiniciando el proceso de autosanación de restricciones en los tejidos y de los procesos en el cuerpo permitiéndole a éste de nuevo su recuperación.
La terapia craneo sacral tiene como objetivo liberar los bloqueos dentro del sistema craneo sacral para que las meninges y los huesos del cráneo recuperen su libertad natural de movimiento y el movimiento rítmico natural del sistema craneo sacral sea restaurado.
Los huesos craneales son ramificaciones de las membrana (meninges) del cerebro. Su uso como puntos de anclaje influye en todo el sistema craneo sacral. Colocando con precisión y suavidad las manos sobre el cráneo o sobre cualquier parte del complejo craneo sacral, puedo observar el ritmo con mis manos. De este modo, se pueden detectar las zonas y las regiones en donde los bloqueos esperan ser tratados.
La técnica de tratamiento consiste en utilizar un contacto específico y ligero con la estructura en restricción para activar el mecanismo corrector propio de ésa parte, de modo que ésta estructura pueda volver a funcionar en armonía con su entorno. El ritmo craneo sacral juega un papel fundamental como «detector» en este proceso.
A través de un toque suave, examino las tensiones en su tejido conectivo. Es importante que adopte una postura corporal lo más cómoda y relajada posible. Esto promueve una buena percepción de su cuerpo. Mediante el tratamiento suave de las zonas tensas y su propia empatía, pueden producirse cambios rápidos o graduales con el tiempo. Puede experimentar calor o frío, tensión o relajación en determinadas zonas, o pueden aflorar recuerdos, que pueden ir acompañados de la liberación de sentimientos emocionales. Su cuerpo también puede adoptar espontáneamente ciertas posturas o realizar determinados movimientos durante el tratamiento. Las palabras claves son comprensión, respeto y atención. Me ofreceré a hablar con usted sobre lo que percibe y siente. Usted tiene en todo momento la libertad de decidir si quiere hablar de ello o no. Como terapeuta tendré el rol de acompañante-animador en la exploración del significado de las tensiones de su cuerpo y le ayudo a tener una visión diferente de ud. mismo y de sus síntomas.
La duración de un tratamiento puede variar, normalmente de 45min a una hora y media. Para dar tiempo a su cuerpo a responder al tratamiento. la frecuencia de tratamientos no es alta.
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